November 07, 2011

Esta es la número 100...

...y se la voy a dedicar a una personita muy especial.
Bueno, no es una personita solo, son dos personitas, dos personitas muy especiales, pero son una. Son mi familia, son mi abuela y mi mami, son ellas, Porte y Pampa (jojojo)

Sólo queria dedicarselo a ellas, en especial a una de ellas, que sé que no lo está pasando del todo bien, sonreir.

Sonrieme y parece que el mundo va mejor, pero no lo hagas porque yo te lo pida, sonrieme porque de verdad lo sientas, sonrieme porque de verdad te apetezca. No sonrias por cumplir, ni sonrias porque así sabes que me siento mejor, no sonrias porque es lo que se espera de ti. Sonríe si te apetece. Llora si te apetece. Chilla si te apetece. Nunca volverás a tener este momento, así que haz lo que a ti te parece lo mejor, haz el imbecil, confundete y rectifica, no tropieces con la misma piedra, aprende de tus errores, pero atrevete a cometerlos. Sé libre, lee, estudia, crece como persona en cuanto a conociemientos, estudios, pero también como ser humano. Acepta que no puedes estar siempre bien, no puedes siempre agradar a todos.

Lo sabes, lo sé, y lo sabemos todos. Sé feliz con lo que tienes, y no te preocupes del resto.

Recuerda, somos los Reyes de un estilo singularmente bello, somos inmortales, somos jóvenes, somos vida.

Te quiero.

November 04, 2011

Gracias, Extremeño.

Él me enseñó a no preocuparme, a relajarme y disfrutar. Él me enseñó que no merece la pena llorar por según que cosas. Llorando me conoció, y llorando nos despedimos. Fue una historia rara, con el primer abrazo, ya parecía que le conocía de siempre, cuando en realidad no sabía nada de él, pero ya sentía que de una forma u otra, íbamos a ser amigos. Él me enseñó que si te tiras en el asfalto por la noche, te constipas. Que en Nueva York es complicado perderse, y que por mucho que lo intenten, hay gente que cae mal a la primera. Él me enseñó a disfrutar del momento, a tener en cuenta, que las cosas que pasan, pasan por algún motivo, y que si no los aprovechas, puedes llegar a arrepentirte. Él me enseñó, que hay amistades bonitas, pero que hay amistades preciosas que pueden durar tiempo, y que aun hablando tan poco como hablamos, y viviendo tan lejos como vivimos, podemos ser amigos. Él me enseñó que no hace falta conocer a una persona de mucho, para saber cuanto vale, y poder confiar en él. Él me escuchó cuando lo necesité, y me habló cuando me hizo falta, él me abrazó y me dijo que no llorara, que no merecía la pena. Él me hizo dar cuenta de que llorar no siempre es la mejor solución, que hace que descargues rabia, pero que no soluciona nada. Él me abrazó fuerte, él me miró a los ojos, y vió más allá de mi, él sabía cuando mentía y cuando no. Él sabía cuando le era sincera, cuando le miraba y le daba las gracias por lo que hacía.

Y ahora, solo hace 20 días que no le veo, hace 20 días que no me abraza, que no me dice: No me mientas. Que no me recuerda: Padre lo sabe todo. Hace 20 días, y parece que ha pasado tanto tiempo. No sé porqué, cuando has vivido algo que parece un sueño, al par de días no sabes si fue de verdad, si de verdad estuviste ahí, y viviste todo eso, o simplemente ha sido tu imaginación, y es en esos momentos, en los que miro aquella gorra, aquellas sudaderas, aquellos recuerdos, aquella bandera. Mi bandera.

No puedo decirte nada que no sepas ya, pero puedo recordartelo.
Extremeño, GRACIAS por esa semana. Nunca la olvidaré. GRACIAS por todo lo que me has enseñado. Todo empezó con lágrimas y un abrazo, y nos despedimos igual, pero no fue un final.
Estoy aquí para lo que necesites, igual que lo estuviste tú cuando te necesité. Gracias.


November 02, 2011

Te quiero, Nueva York









Y ahora me siento extraña en esta ciudad sin Times Square, sin Central Park, sin Empire State, sin Rockefeller Centre, sin rascacielos, sin banderas estadounidenses, sin aquella cantidad de taxis amarillos, sin suicidas que cruzan la calle por todos lados, sin tanta gente, tan diversa. Me siento una extraña en esta ciudad en la que te miran por como vas vestido. Me siento pasajera en este mundo, me siento fuera de lugar. Siento que esto es sólo un tránsito


No. No quiero estar aqui. Quiero estar allí, en la ciudad que nunca duerme, la ciudad donde siempre hay luz, la ciudad consumista por naturaleza, la ciudad bella. La ciudad de Manhattan.


Te quiero, Nueva York.