December 15, 2010

Ella.

Era ella. Y ahora... ahora para ella estoy muerta, aunque ella nunca haya dejado de rondar mi cabeza. Ella y sus ideas revolucionarias. Si vivieramos en 1780, se nos habría cortado la cabeza. Y ella fue la que me las infundió. Y ella fue la que se retiró con la cabeza baja, con un amasijo de cuestiones plantadas por personas externas a la relacion que a ambas incumbia, y que dejó de lado sin siquiera explicar, que incluso provocó una situación de caos desmedido en mi cabeza, y estómago.
Tantos dias estuve sin comer, porque la situacion sobrepasaba mis límites y mis casillas. Tantos días le dí vueltas y vueltas a la situación, hasta llegar a la conclusión de que quizá la culpa había sido mia. Y tantos otros lloré por su ausencia.
Ahora, pasado ya un año, puedo hablar de ella con serenidad, aunque con tristeza en los ojos. Yo la quería. Ella me decía la verdad. Y a ella extraño más que a muchas cosas del mundo, que sin ella perdieron valor. El valor que le daba. El valor que tenía para mi nuestra amistad. Te seguiré esperando, y en mis labios siempre habrá un perdón para tí.

No comments:

Post a Comment