February 16, 2011

André Kertesz

No hubo nada que inventar tras él.
No hubo nadie que pudiera sentarse en ese banco roto, nadie que se sentara a amarse, ninguna pareja besandose apasionadamente en ese banco roto...




Solo, intuir que antes lo hubo. Intuir que la gente les miraba con envidia.

Grande, Maestro. Descanse en paz.

No comments:

Post a Comment