May 05, 2011

1.24
Nunca pensé en ti. Nunca te eché de menos. Nunca recordé buenos momentos a tu lado. Nunca quise más. Nunca tuve esta sensación al pensar en ti. Nunca antes me había pasado, y esta sensación, rara a la vez que agradable, me ha inundado desde hace ya dos semanas. No falta ni nada para que te vea, y eso es lo que me apena. Tengo ganas de largas sesiones de películas y palomitas, de estar tirados en la cama, abrazados. Tengo ganas de pasear junto a ti, de llamarte lo que eres, y hacerte reír. Tengo ganas de picarme contigo cuando te afeitas, y de que se me hinchen los labios cuando no lo haces.

Era yo la que decía que no habría nadie ahora, que no me pillaría. Que dejaría el corazón en formateo, y sería fría. Era yo la que pensaba que lo conseguiría, y yo misma soy la que ahora admite que eso es imposible.

Escuchaba el otro día una canción, que me recordó a mis tiempos "mozos" por así decirlo. Me recordó a este Noviembre. Noviembre de dulces sueños, de furtivos besos. Noviembre de novedades, lloros, alegrías y dolor. De tristezas, y de hipocresía. De alegría y mentiras. Noviembre de él. Escuchaba el iPod en aleatorio y se reprodució nuestra canción mientras estaba sola en el autobús. Me acordé de todas esas mentiras, de todas esas lágrimas que por él derramé, y todo lo que le quería. Me veo ahora, comparada con la yo de Noviembre, y me doy cuenta de la evolución que puede recorrer una persona en tan pocos meses.

Quizá antes era más seca, y me costaba más decir lo que pensaba. Quizá antes dudaba de la gente, de que fueran a hacer lo que decían. Dudaba de mi, y por eso nunca prometí nada. Nunca. Pero aquel noviembre... A noviembre le prometí ser feliz. Le prometí que haría todo lo posible por hacer que todos los días yo tuviera algo por lo que sonreír. Y aquí estamos una vez más, cumpliendo las promesas que hago. Por esto no me gusta hacerlas. No es que sea cobarde, no es que no me guste mantener mi palabra. No es nada de eso. Es simplemente que después, me pasan estas cosas. Escucho canciones que de una forma u otra nos pertenecían, y me acuerdo y me pongo sentimental.

Prometí ser feliz, y esa promesa estoy cumpliendo. Él me hace feliz, Noviembre. Tú me haces llorar, y he decidido que si lloro, no es amor, es otra cosa, porque el amor no debería doler hasta el punto de hacer llorar. He decidido que para seguir la promesa que te hice, es él el que tiene que estar en mi vida. El que me saca las sonrisas ahora es él. Al que necesito.

Ahora me llamas niñata de mierda. Ahora me odias, crees que has sido el pañuelo que he usado para sonarme los mocos cuando estaba triste, y que ahora que no te necesito, te voy a dejar de lado. Yo lo que no quiero es sufrir, y deberías saberlo. Deberías saber tan bien como yo, que a veces es necesario seguir plenamente a tu corazón, aunque sea una locura inmensa. La mayor locura de mi vida, puede ser. Tú dices que no durará. Yo digo que si.

Todo se verá. En estos momentos, solo pido una cosa. Entiende y comprende todo lo que intento explicarte. Ahora ya, todas nuestras historias y nuestros momentos pasados pertenecen a eso, al pasado. Son bonitos recuerdos que siempre recordaré.

No comments:

Post a Comment