Odio pensar

Y pensar que pensé que pensando te perdería, y por no pensar te he perdido, por no pensar en que tú piensas lo que pienso, y que pienso lo que piensas, y así, pensando los dos, perdernos en los pensamientos más pensados, en los momentos no vividos. Pensar que pensar es el problema, dejar de pensar, y darse cuenta al pensar en todo lo que no pensamos, que pensar no era sino la solución a todos nuestros pesares, y que pensando todo se arreglaría, pensando podríamos dejar de pensar en todo lo que pensando ha salido, en todo lo que por pensarlo, ha sido menos bonito. Y por haber pensado tanto, tantísimo, por haber pensado en querernos, todo fue tan pensado y preparado, que pensando en no pensar, terminé pensando, que más que un momento a recordar, era un momento ya pensado, que el esplendor con el que pensaba que todo pasaría, no era más que eso, pensado, porque no era ni parecido al pensado cuando pensábamos que todo lo que pensábamos, no sería más que eso, pensamientos.

Y acabé pensando, lo que nunca quise recordar.

(1.16)

Insomnio, de nuevo. Como lo odio. De nuevo una noche más que le quita horas al día. De nuevo un recuerdo más en la memoria. De nuevo una lágrima caída por todo aquello que pensamos, pero que nunca ocurrió. Por favor, no quiero ganar esta apuesta, es quizá, la única que nunca querría ganar. Necesito pensar en ti. Me haces fuerte.