May 01, 2011

El día se cobrará las horas que a la noche regaló...


Si no fuera por el reloj de la esquinita de abajo a la derecha, que va marcando, clavando cada minuto que va pasando, pensaría que no está pasando el tiempo. Todo va tan despacio o es solo cosa mía? No se mueve nada a mi alrededor, excepto yo. Estoy encerrada en mi cuarto, a oscuras, mirando fijamente al perpetuo e inquebrantable negro que ha dejado la noche posado sobre mi. Todo está en tinieblas, excepto la luz del monitor. Y yo estoy aquí, con los ojos abiertos, pensando en los mil y un momentos que me gustaría junto a ti vivir, en este preciso instante, y que no es posible. Quizá es solo cuestión de tiempo. Pero el tiempo para mi, no pasa. Los números son solo eso. Números. Números que controlan nuestras vidas. Horas, minutos, segundos, edades, dinero, fechas, cantidad de calorías que puedes ingerir al día... todo números. Y lo peor es que nadie se revela contra ellos, y decide dejarlos de lado. Vivir como si no hubiera mañana, pasar de todo lo que nos controla. Pero es solo para mi. Será que soy todavía una adolescente con demasiadas ganas de vivir, y que por eso me apetece romper las normas sociales escritas por personas ajenas a mi. Será por eso que soy una revolucionaria empedernida. Revolucionaria del modo de vida. Revolución contra la rutina, lo establecido. Fuera los estereotipos, dentro el conocer a las personas. Dentro el valorar a la gente. Fuera el desprecio.
Puede ser que a veces, te mire mal, o utilice malas maneras. Puede ser que a veces te bese porque si, y no te deje hablar. Puede ser que un día no hable, o que no me calle. Puede ser que mañana me tengas pitando en el timbre de tu casa, y pidiéndote que bajes, y al bajar, me encuentres con un montón de abrazos que darte. Con un montón de besos que regalarte. Todo puede ser, y como puede ser, no digo que no. Pero todo esto, me saldrá de dentro. De tan dentro, como me vienen estas palabras que ahora escribo, y no será porque la gente espere que lo haga. Descuida, que no lo será. Simplemente, me apetecerá, y lo haré.
Vi la oportunidad, y fui a por ella. Eso es todo. Hice lo que deberíamos hacer todos. Vivir la vida como nosotros queremos que sea. Arriesgar. Y es por ello, que gané. Si nunca arriesgas, nunca pierdes, pero nunca consigues nada mejor.
La luz parece que hace pasar las horas más deprisa. Lo peor son las noches. Por las noches, pienso en ti demasiado. El tiempo parece no pasar. Nada ocupa mi mente más que tú. Y es por eso, que me pongo a veces tan nostálgica, que solo quiero conseguir conciliar el sueño, y dejar de hacerlo. Pero por las mañanas, al despertarme, me despierto con una sonrisa en la cara. A veces me acuerdo de lo que soñé, otras no. Pero por mi sonrisa, puedo siempre deducir que soñé contigo de nuevo.
No tengo sueño, y es quizá eso, lo que me hace pensar, que si tú estuvieras aquí, no me dejarías dormir. O eso quiero creer. Espero que ahora mismo estés pensando en mi, tanto como pienso yo en ti. Quizá soy una estúpida, ¿quién sabe? Pero soy una estúpida con las ideas claras. ¿No? Y nadie me va a arrebatar lo que quiero. No lo dudes ni un instante.
Ahora ya, no sé qué pensar. El tiempo pasa tan despacio. Tan despacio, que me da tiempo a pensar tantas cosas... Tantísimas cosas para cuando al fin estemos juntos.
Solo hay que esperar a que mañana, vuelva a salir el Sol, y el dia se cobre las horas que a la noche regaló, para pensar de nuevo en ti. Suplicaré para que cuando las noches sean contigo, pase lo mismo.


Solee. Una jodida noche que coincide con el primero de mayo, en la que, casualmente, no puedo dormir. Ni una puta cabezadita. No sé qué cojones me estás haciendo.

No comments:

Post a Comment